viernes, 20 de marzo de 2009

El mar, de John Banville

Tras la muerte de su esposa después de una larga enfermedad, el historiador de arte Max Morden se retira a escribir al pueblo costero donde de niño veraneó junto a sus padres. El pasado se convierte entonces en el único refugio y consuelo para Max, que rememorará el intenso verano en el que conoció a los Grace, por quienes se sintió inmediatamente fascinado, y en el que se inició a la vida y sus placeres, la amistad y el amor; pero también, al dolor y la muerte. El mar, ganadora del Premio Man Booker 2005, es una novela de sentimientos, introspectiva y con enigma interiores, una conmovedora meditación acerca de la pérdida y el poder redentor de la memoria.

1 comentario:

Skellig Michael dijo...

No me ha conseguido conmover, ni me ha parecido una obra novedosa fuera de lo común sino que más bien he experimentado unas sensaciones de vacío e indiferencia. Las reacciones ante la muerte son personales e íntimas, mezcla de confusión y de desorientación.

El ser humano se interroga acerca de la reacción de los vivos que sobreviven a los que mueren y cómo la memoria dulcificadora del pasado nos calma las heridas del presente.

La obra en sí traza un círculo que comienza y termina con la muerte de Anna, la esposa de Max y la huida de éste hacia el pasado visitando el lugar en el que un verano esa muerte le visitó de cerca por primera vez.

El desconcierto que me transmite el libro es el que tenemos, en mayor o menor medida, todos los que pisamos la faz de la tierra ante la vida que hemos elegido o que nos ha elegido: lo que hemos ido dejando atrás y que, de manera recurrente, nos asalta en los momentos bajos.

Nada tiene que ver la percepción de la muerte de un niño con la de un adulto. De niño fue indiferente testigo de cómo se ahogaban en el mar Chloe, su primer amor, y el hermano gemelo de ésta. En Max se cicatriza la herida del pasado que le provocaron estas muertes cuando Rose (la institutriz o asistenta de éstos) le desvela el final de su historia de amor imposible con el padre de los gemelos.

La melancolía, el abandono y la resignación final liberan a Max de un abismo en el equipara al mar con la muerte.